Eulàlia Grau. La rebelión de la mirada
Eulàlia Grau. La rebelión de la mirada
Mayoral presenta una exposición monográfica de Eulàlia Grau, que consta de una selección de siete piezas de la serie Etnografies (Etnografías) en las que la artista denunció la sumisión, la injusticia y la represión a las que estaba sometida la sociedad en los años finales del tardofranquismo. El uso de materiales extraídos de la prensa escrita para hacer una crítica del capitalismo, del consumismo de masas, del machismo y de la dictadura la convirtieron en una artista líder, que provocó una mirada alternativa, rebelde y, sobre todo, libre.
Eulàlia Grau (Terrassa, 1946) es una artista que afirma con contundencia: «Siempre he estado convencida de lo que hacía y aún lo estoy». La crítica y la autenticidad que traduce su obra responde a unes convicciones profundas y a la necesidad de hablar del mundo en que una vivía a la luz de la propia indignación.
La exposición cuenta con la colaboración de Assumpta Bassas, que ha escrito el ensayo. Haciendo el ejercicio que piden sus piezas, nos hace ver como Eulàlia nos habla de temas —por otro lado, muy actuales hoy en día— con el espíritu crítico, socarrón y lleno de matices que la caracteriza: las relaciones de poder de las ideologías fascistas y religiosas aliadas en La conquesta de l’espai (La conquista del espacio), la hipocresía de los negocios occidentales con países que vulneran los derechos humanos en obras como Cafès Brasil, la ideología sexista y clasista en la publicidad y en la cultura del deporte en Caps, calces i mitjons (Cabezas, bragas y calcetines) o Menú, la domesticación de las masas y la anulación del pensamiento crítico en Multitud, la cultura viril de la lucha que se infiltra en nuestra educación desde la más tierna infancia, especialmente la de los hombres en la pieza Soldadets (Soldaditos), o finalmente, la amenaza constante de la guerra y la violencia sobre la vida humana y planetaria en Avions de bombardeig (Aviones de bombardeo).
Eulàlia, pues, obliga al espectador a mirar más allá. Utilizó su archivo de imágenes recortadas de los medios de comunicación para hacer fotomontajes, unas composiciones que hacía ampliar y emulsionar sobre tela en Suiza y que después colocaba en bastidores, donde retocaba la imagen mediante anilinas, acrílicos, o bien con un tipo de pintura más opaca, según si decidía obtener cierta transparencia, trabajar zonas con colores planos, o bien perfilar con degradados, emulando procedimientos pictóricos de la tradición. Tal como nos hace ver Assumpta Bassas, el resultado son unas composiciones en que: «Los límites recortados de las imágenes, las elipsis narrativas y disruptivas de las escenas a menudo nos obligan a repensar aquello que estamos mirando para relacionarlo y comprenderlo. En muchas composiciones detectamos ideas visuales propias del mundo de la gráfica de la información, pero también del cómic y del cine.»