Saura. Tragedia – Creación
Saura. Tragedia – Creación
Mayoral se complace en presentar la exposición Saura: Tragedia – Creación, después de una primera antología organizada en 2005. La muestra está compuesta por una selección de quince obras realizadas por Antonio Saura, óleos de los años 1950 y 1960, y algunas composiciones en papel. La muestra cuenta con la participación de Luca Massimo Barbero.
Saura: Tragedia – Creación incluye la obra maestra Salvatierra (1957), exhibida en 1958 en la 29ª edición de la Bienal de Venecia, además de una selección de Damas, obras en las cuales la figura femenina aparece representada de formas diferentes y a la vez similares. En palabras del mismo Saura, surgieron de una “imperiosa necesidad de gritar,” “de expresarse como sea, haciendo nuestras todas las posibilidades energéticas del universo.” Estas obras inauguran una nueva etapa en el imaginario de Saura, con la idea de que la forma pictórica nace de una especie de combate cuerpo a cuerpo, prescindiendo de aspectos como la composición, el color o el equilibrio —Stima (1959) y Pandora (1960) son buenos ejemplos de ello.
Son pinturas que resultan de la confrontación; de una batalla que transforma la materia inerte en un movimiento que se origina en el deseo figurativo. Todas las obras ejemplifican de qué manera Saura había estado buscando una nueva forma de representación a través de un material que llevara el estigma y la marca de la humanidad. Las relaciones entre la figuración y la abstracción, entre la tierra y los seres vivos, y entre levantarse y hundirse son también evidentes, y nos demuestran que era plenamente consciente del equilibrio inevitable, dramático y gozoso entre el hombre y su existencia, como vemos, por ejemplo en 40 superposiciones (1975).
Tal como Luca Massimo Barbero pone de relieve en su texto para el catálogo de la exposición: “Su elección cromática, en esta época prácticamente dominada por el blanco y el negro, o bien por tonos grises, está vinculada a aquel peculiar silencio repleto de gestos y envestidas, característico de las pinturas de los grandes maestros españoles. La referencia más clara a la relación con la historia y la política, pero también a la investigación de la dimensión humana y figurativa, no puede ser otra que Goya, como muchos ya han señalado anteriormente. El sentido más drástico, radical y controvertido de las telas de Goya se encuentra en la relación del maestro español con la representación del cuerpo y, de manera especial, con la idea del retrato que, más allá de la efigie, se centra intensamente en la expresión. Esto transmigra en una idea de pintura dramática y libre que Saura estaba desarrollando a fin de que pudiera convertirse en ‘la expresión de una realidad total.’”
Con esta exposición se reivindica que el mensaje de Saura aún es vigente hoy en día: se traza un arco temporal, enlazando su mensaje a lugares comunes como son el dolor causado por la crueldad humana, el sufrimiento que provocan las desigualdades sociales, los abusos cometidos por las clases dominantes y la hipocresía de los políticos. Todos estos mensajes prevalecen, y son manifiestos tanto en la obra de Goya como en el arte del siglo XX y en la cultura y sociedad actuales.
Para acompañar la muestra, se ha editado un catálogo que incluye textos del especialista Luca Massimo Barbero, del propio Antonio Saura, y de otros expertos en el artista y su contexto, como son Michel Tapié, Yvon Taillandier, Julián Ríos y Dore Ashton. Asimismo se ha incluido una selección de fotografías realizadas por Jean Marie del Moral, Leopoldo Pomés, Francesc Català-Roca, Jaume Blassi, Ramón Masats y Giacomelli, que documentan al artista, su proceso creativo y el taller de Cuenca.
La realización de este proyecto ha contado con la colaboración imprescindible de la Fundación Archivos Antonio Saura (Ginebra), del Centre de Documentació i de la Biblioteca del MACBA (Barcelona), del Archivio Storico delle Arti Contemporanee (ASAC) Fondazione La Biennale di Venezia (Venecia), y de los Pierre Matisse Gallery Archives en la Morgan Library and Museum (Nueva York).
Sobre Antonio Saura
De formación autodidacta, Antonio Saura (Huesca, 1930 – Cuenca, 1998) comenzó a pintar y a escribir a los 15 años, durante una convalecencia por tuberculosis que le mantuvo cinco años confinado en casa. En 1952 viajó a París por primera vez. A partir de ese momento, su obra evoluciona desde un surrealismo inicial hasta la abstracción. En 1957 funda el grupo El Paso en Madrid junto a los pintores Rafael Canogar y Manolo Millares. Limita entonces su paleta a los negros, grises y marrones. Se afirma en un estilo propio e independiente de los movimientos y las tendencias de su generación. En 1971 abandona la pintura sobre lienzo, que reemprenderá en 1979, para dedicarse a la escritura, el dibujo y la pintura sobre papel. A partir de 1977 empieza a publicar sus escritos. Desde 1983 y hasta 1998 retoma y desarrolla magistralmente el conjunto de sus temas y figuras.
Sobre el especialista
Luca Massimo Barbero es el director del Istituto di Storia dell’Arte della Fondazione Giorgio Cini y comisario auxiliar de la Peggy Guggenheim Collection, ubicados ambos en Venecia. Entre 2009 y 2011, fue director del Museo d’Arte Contemporanea Roma (MACRO). Ha impartido conferencias en varias universidades italianas y ha comisariado importantes exposiciones sobre informalismo europeo y expresionismo abstracto, así como diversos catálogos, entre los cuales cabe destacar la publicación en 2013 del catalogue raisonné de las obras en papel de Lucio Fontana.